Porque la propia casa es, bajo mi criterio, el personaje más importante de toda la historia. Nos asfixia, nos genera incomodidad, nos repele y atrae a partes iguales. Su presencia es tan intoxicante que como lectores somos incapaces de dejar de leer y a la vez nos morimos (esperemos que no literalmente, aunque quién sabe) por saber cómo va a acabar la historia. 

Y es que uno de los elementos esenciales de la historia es el sentimiento y la emoción que logra traspasar las páginas e impactar al lector. Es enorme la asfixia y angustia que Silvia Moreno-García consigue crearnos. En no pocas ocasiones se me ha revuelto algo por dentro y me han dado ganas de dejar de lado la historia por el mal cuerpo que se me estaba quedando. Pero al igual que esa atmósfera oscura y turbia que cubre toda la historia, un velo nos cubre como lectores y nos impulsa a seguir leyendo. Porque Gótico puede definirse de muchas maneras, pero adictivo, sin lugar a dudas es el adjetivo perfecto.

La historia es un viaje entre lo barroco y lo alucinógeno que nos traslada a una realidad alternativa, repleta de delirio, decadencia y destrucción del alma humana. Toda la historia se impregna del atractivo de las novelas góticas, entremezclada con elementos de folklore mexicano. Pero Gótico no es solamente una novela de terror, sino que también es una reflexión constante hacia el renacimiento y el sacrificio, hacia el colonialismo y su falta de escrúpulos, una crítica hacia la eugenesia y sus tesis más radicales.

Pero no vive la historia solamente de su entorno y ambientación, sino que se nutre de unos personajes muy completos y poliédricos. Nuestra protagonista, Noemí Taboada, se erige como una potentísima heroína gótica. Una mujer joven, de alto nivel económico y social, inteligente e independiente. Gracias a su figura, la historia muestra muy bien uno de los elementos básicos de las novelas góticas: la falta de libertad y autonomía de las mujeres de la época, la dependencia absoluta hacia el hombre, ya sea padre, marido o familiar varón y el deseo femenino de reivindicarse. 

Fluyendo alrededor de Noemí, nos encontramos con personajes secundarios pero esenciales para conformar ese entramado asfixiante y, pese a que la mayor parte de ellos se encuentran perfilados a grandes rasgos, conocemos lo suficiente como para hacernos una idea de su esencia y no lastrar el buen ritmo de la historia, que va directa al grano desde su primer capítulo.

¿El único problema que le veo a la historia? La relación que surge entre la protagonista y uno de los personajes. Quizás son manías mías, pero teniendo en cuenta todo lo que sucede en la historia no me ha acabado de resultar del todo fluida la relación que se gesta. Entiendo la necesidad de presentar una figura y una unión como la que se forma, para dotar a la historia de una mayor profundidad y jugar un poco más con los personajes. Pese a ello, creo que en una historia de terror fantástico como esta, me ha chirriado y parecido un poco forzada la situación, tanto por el escaso tiempo en que los personajes han interactuado entre sí, como por el hecho de tener la sensación de que su unión quizás se ha producido por los motivos equivocados y no por un verdadero interés mutuo.

En definitiva, Gótico ha sido una experiencia hacia la literatura de terror inmejorable. Con una ambientación en el México de los años 50, una mansión con muy malas pulgas que se apodera del protagonismo absoluto de la trama y unos personajes con carisma, se convierte en un sí rotundo para adentrarnos en la literatura gótica más terrorífica.