Reseña Cinder (Crónicas Lunares 1) - Marissa Meyer

by - enero 31, 2022

 ¡Hola chicos! 

Hoy por votación popular lo digo así, que suena más importante os traigo la reseña de la primera parte de una saga que tiene muy muy muy buena pinta: Cinder, primer tomo de la saga Crónicas Lunares y que gracias a la editorial Hidra, podremos tener al completo en nuestro país¿Os apetece visitar las entrañas de un retelling futurista y para nada convencional? Pues si es así... ¡Empezamos!

Reseña Review Cinder (Crónicas Lunares 1) de Marissa Meyer publicado por la editorial Hidra



Ni zapatitos de cristal, ni príncipes azules con corceles blancos.
Si quieres tu propio cuento de hadas, trabájatelo. 
Suda tinta, aprieta las tuercas y acuérdate de revisar tu cableado ciborg.
Bye bye, ñoña Cenicienta. 
Bienvenida cruda realidad.

Con esta premisa la señora Marissa Meyer nos presenta una saga que no es que se pueda catalogar de buena. 
Hay que catalogarla de Inmensa.
Inmensa por la capacidad asombrosa de trastocar los estándares ñoños que todos tenemos en la cabeza de princesitas a lomos de unicornios y hacer un retelling asombroso que crea escuela sobre el modo correcto de dar carpetazo a historias infantiles actualizándolas en pleno siglo XXI.

Y es que Cinder es el inicio de Crónicas Lunares, un retelling en el que su autora dedica cada uno de sus libros a una protagonista diferente relacionada con cuentos infantiles. En este caso, Cinder es la encarnación biónico-asiática de Cenicienta. A diferencia de otros libros, en el caso de Cinder supe desde el minuto uno que sería uno de esos libros que me iban a gustar. Cosa que tiene sus riesgos porque: 

  1. ¿Y si el retelling es una horterada que se vende como novedad y luego es más de lo mismo?
  2. ¿Y si es algo novedoso pero hay tanta novedad que perdemos el hilo básico de la historia de Cenicienta y eso ni es retelling ni es nada?
#DudasYMásDudas

Afortunadamente, Meyer tiene el don de combinar la base material de Cenicienta con un remake absolutamente original y muy bien hilado. Y es que nuestra Cenicienta se reencarna en Cinder, una ciborg residente en Nueva Pekín (#PekínPaLosAmigos) que lleva una vida penosa al igual que nuestra vintage Cenicienta. La esencia es la misma, la historia de penurias y malos ratos es la misma. Pero ¡ah, almas de cántaro! Hasta ahí las similitudes.

A partir de aquí, Meyer es capaz de dar un giro de 180 grados y revolucionar la historia tal y como la conocemos por varios motivos:

  • Welcome, Blade Runner: Ya hay que echarle imaginación para ubicar a la puritana Cenicienta en mitad de una mega urbe como Pekín. Pero no en el Pekín de hoy en día, sino de aquí a VeteTúASaberCuando. En la historia, eso de llevar coches molones y usar iPhones último modelo es de hipsters carcas. Meyer combina la tradición propia del gigante asiático con el futuro más extremo, revolucionando la forma en la que los lectores recordamos una historia tan trillada como Cenicienta. Llamarme friki, pero siempre he visto a Cenicienta en Francia y no en Alemania oye, me pega la chica hablando de boulangeries y soltando Oh la lás.#DeliriosDeFriki #EsLaHoraDeLaPastilla.
  • Dame una llave inglesa y te domino el mundo, baby: Arriba con las protas femeninas autosuficientes. Fan absoluta de una Cinder creada a imagen y semejanza del mejor momento de Mcgyver. Mecánica sin rival y con la chulería suficiente para lo mismo arreglarte un reloj que montarte un coche de la nada en una noche #MuyFan #OleTúYTuParteCyborg. Una protagonista potente, diferente, llena de “imperfecciones” que la hacen si cabe un poco más perfecta. Resistente como el acero, sensible como una orquídea, única e irrepetible como ella misma. Una de esas protagonistas que combinan sin querer el poder con la inocencia, creando una figura atractiva y muy reivindicativa. 
  • Tengo el corazoncito tierno: Sí, algo está afectando a mi sistema. Será que me estoy haciendo mayor. De aquí a gustarme los gatitos con ovillos de lana, un paso. Pero tengo que confesar algo y no me da vergüenza admitirlo. ¡Me ha encantado la historia de amor! He soltado mis correspondientes “ahhh” y “ohhh” en los momentos oportunos. Y es que algo inquietantemente efectivo de Marissa Meyer es que te suelta una historia de amor que ya sabemos cómo, cuándo y dónde será (porque es la Cenicienta, claro está) pero uno la disfruta con toda la alegría. No es empalagoso, cansino o irritante. Es la típica historia en la que las partes te caen bien y son adorables. Yo, esta bloggera que odia los instalove y las subidas de insulina, se ha quedado con ganas de saber más de la parejita formada por Cinder y Kai.  
  • Letumosis bring me by the street of bitterness: si no te has enterado de nada, te entiendo. Porque es un título chorra que viene la traducción hortera de el típico “me trae por la calle de la amargura” pero en el idioma de Shakespeare #QuéChispaMiAlma. Al lío: el caso es que uno de los pilares de la historia es una terrible enfermedad que asola a todo el territorio. A priori no parece algo excesivamente importante, pero Meyer lo enlazada todo de una forma tan magistral que cada uno de los detalles que aparecen, lo hacen por algo y con una función concreta. Trama muy original con historia propia, bien desarrollada y con un puntito de tensión que hace muy amena la historia. 
  • Todos somos badass: Porque en este libro he tenido una epifanía. Me solidarizo con la malota de la historia, osease la Reina Levana. A todo el mundo le cae mal, hace cosas feas y es más mala que un dolor de muelas. Pero a mí me no me cae mal, diría que hasta me solidarizo con ella. Es como la Darth Vader de la historia, la incomprendida de todo el asunto con graves problemas de autoestima. ¡Ya está bien de hipocresía, hombre ya! ¡Que todos camuflamos nuestra verdadera cara con magia y manipulamos los pensamientos de la gente! ... Bueno, no ... El caso es que estos malotes que acaban cayendo bien por H o por B, siempre me han parecido un plus para la historia. Corazoncito tierno, ya os he avisado antes ;)
Ahora bien, alguna cosilla por ahí si que he echado en falta:

  • Quizás la historia es demasiado previsible. No es que esté mal escrita (ni mucho menos) pero echo de menos un poco de sorpresa en la historia. No se hace pesada la trama ni su lectura es aburrida, pero sí que hubiera agradecido que el plot twist que a priori marca el libro, no se oliera a quilómetros vista. 
  • Me falta algo de profundidad en ciertos personajes. Como ya he dicho, Cinder es un personaje muy interesante y está bien construido, pero en general los personajes que participan están perfilados de forma más genérica y no muestran dobleces. Me gustan esos personajes llenos de aristas, complejos y lados oscurillos. Aquí el que es bueno, por regla general, se mantiene en la misma tesitura (por lo menos en el primer libro).
  • Es demasiado introductorio. ¿Eso es malo? Si fuera una trilogía quizás pondría más pegas, pero entiendo el trabajo introductorio de la autora, la presentación de personajes y la gran cantidad de información que nos tiene que dar de una sola "tacada". De todas formas, es un libro en el que ocurren bastantes cosas y su lectura es muy entretenida. Así que lo "introductorio" tiene menos peso en esta ocasión.
El estilo de Meyer es directo, sencillo y embaucador. Con pocas frases sabe enredarte bajo su embrujo y consigue que los lectores caigamos en su trampa como moscas en una tela de araña. 

En definitiva, Cinder es el inicio de una saga que revoluciona los cuentos de nuestra infancia. Mágica, dulce y misteriosa, con personajes con los que empatizas en un suspiro y una trama novedosa que nos mantendrá pegados a sus páginas. Deseando estoy de ponerme con Scarlet, su segunda parte ;)

Puntuación: 4/5

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