Reseña Trono de cristal (Trono de cristal 1) - Sarah J. Maas
¡Hola guapos míos!
Hoy os quiero enseñar la reseña de la primera parte de una saga que me tiene enamoradita perdida, que adoro con todas mis fuerzas y cuya autora da igual lo que publique, insisto: DA IGUAL, porque siempre lo amaré por los siglos de los siglos suspiro de amor eterno.
Os estoy hablando de Trono de cristal, la primera entrega de la saga, valga la redundancia, Trono de cristal, creada por Sarah J. Maas. Solo os digo que si todavía no habéis leído a esta autora, os estáis perdiendo algo muy gordo. Y también os digo: si queréis dormir a pierna suelta y no estáis dispuestos a perder horas de sueño por culpa de sus novelas, NO la leáis ;)
¡Empezamos!
Aprovechando que la editorial Hidra ha decidido publicar toda la saga de Trono de cristal (mil gracias *.*), he decidido releer desde sus inicios estos pedazo de libros. En fin, el caso es que hoy os quiero traer en reseña la novela por la que me enganché a todo lo que esta escritora crea y que ha convertido a Sarah J. Maas es una de mis autoras preferidas.
¿Qué nos podemos encontrar en la novela? Pues esencialmente a una protagonista kickass. A la autora se le ocurrió hacer un retelling de la Cenicienta pero ojo, la actual tiene muy mala baba y mola mucho más, para qué engañarnos. Es decir, Celaena (que es la prota) es la mejor asesina de toda Erilea, un peligro público, un bicho que a la que te descuidas se ha cargado a la mitad de tu barrio, EN DEFINITIVA, una tipa que es más peligrosa que un grupo de Gremlins en un Aquapark. El caso es que como todo en esta vida, la chica comete un error y acaba confinada in eternum en las minas en Endovier, un "paraíso" del que solo sales con los pies por delantequé poético. Obviamente Celaena ve el futuro negro, porque será asesina pero estúpida no es, hasta que por milagro divino aparece un príncipe muy majete a la par que oportuno y le ofrece un trato: si acepta participar en una competición ideada por su padre el Rey en la que participarán los mejores asesinos de Erilea (y la gana), obtendrá su libertad. Yo casi que me quedaba picando piedra, pero Celaena es de las que huelen sangre y allá que va. ¿El problema? Que la competición no será el único jaleo: alguien está cargándose a los participantes y la vida de nuestra protagonista está en peligro.
A grandes rasgos aquí tenéis la historia de la novela. Mentiría si solo fuera de eso, porque es TAN espectacular todo lo que escribe esta mujer que mis tristes líneas no reflejan lo molongui que es esta saga. Porque en Trono de cristal encontraréis muchas cosas pero sobretodo hay acción: no hay ni un capítulo que digas: vaya rollo, a ver si empieza lo bueno. Todo sigue una trama muy bien hilada, en la que pequeños detalles acaban siendo reveladores y las alianzas son tan frágiles como la llama de una vela. Especialmente divertido es percibir como lector todas las intrigas palaciegas, los planes, las cavilaciones y las "pisadas de cuello" que se prodigan los unos a los otros.
¿Qué es con lo que fliparás pepinillos? Esencialmente con lo bien desarrollados que están los personajes. Me perturba gravemente mi estabilidad lectora que los personajes estén dibujados a grandes rasgos y tengan los mismos sentimientos, emociones y reacciones que mi cuchara para el café. Gracias a los dioses aquí todos están muy bien definidos, no puedes fiarte de ninguno porque son más falsos que un billete de 15 euros y cada uno tiene un misterio, un dirty little secret que hace de la novela un juego del gato y el ratón para que nosotros, almas cándidas, nos estrujemos nuestros cerebros recalentados y pensemos en posibles tramas, subtramas y finales. De todos modos no daremos ni una, pero ¿y lo reconfortante que es creer durante unos minutos que tienes la solución? ;)
Por otra parte, una cosa que me ha gustado mucho es el mundo creado por Maas: desde la mitología propia, hasta el folklore, las tradiciones y los territorios que aparecen son la guinda para tener una idea muy acertada de lo que es Erilea. Además, da la sensación de que la historia se desarrolla en un hipotético pasado/presente/futuro alternativo (no tengo ni idea de qué es, la verdad) que me recuerda muchísimo a la Edad Media (época de la que estoy enamoradamenos de la Peste, la suciedad y un largo etc), por lo que es como estar viendo una época pasada pero con temas mágicos y creencias futuras.
¿Hay salseo amoroso? Digamos que sí. Pero no es la esencia de la novela, así que todos aquellos que sintáis sudores fríos cada vez que oís la palabra amor, tranquilos que lo podréis sobrellevar. Lo bueno de Celaena es que es ese tipo de protagonista que primero mira por ella, sus circunstancias y su futuro y luego ya si eso mira por lo demás, así que es entretenido ver cómo se mueve en aguas amorosas turbulentas ;)
En definitiva, Trono de Cristal es un inicio de saga muy bueno, entretenido y ágil, con personajes bien definidos, relaciones personales engañosas y una mitología y folclore propio que harán las delicias de los amantes de la High Fantasy y el Young Adult. Aunque no es el libro mejor escrito del mundo, la saga se supera libro a libro por lo que si te atreves a darle una oportunidad, ya no podrás dejarla ;)
Aprovechando que la editorial Hidra ha decidido publicar toda la saga de Trono de cristal (mil gracias *.*), he decidido releer desde sus inicios estos pedazo de libros. En fin, el caso es que hoy os quiero traer en reseña la novela por la que me enganché a todo lo que esta escritora crea y que ha convertido a Sarah J. Maas es una de mis autoras preferidas.
¿Qué nos podemos encontrar en la novela? Pues esencialmente a una protagonista kickass. A la autora se le ocurrió hacer un retelling de la Cenicienta pero ojo, la actual tiene muy mala baba y mola mucho más, para qué engañarnos. Es decir, Celaena (que es la prota) es la mejor asesina de toda Erilea, un peligro público, un bicho que a la que te descuidas se ha cargado a la mitad de tu barrio, EN DEFINITIVA, una tipa que es más peligrosa que un grupo de Gremlins en un Aquapark. El caso es que como todo en esta vida, la chica comete un error y acaba confinada in eternum en las minas en Endovier, un "paraíso" del que solo sales con los pies por delante
A grandes rasgos aquí tenéis la historia de la novela. Mentiría si solo fuera de eso, porque es TAN espectacular todo lo que escribe esta mujer que mis tristes líneas no reflejan lo molongui que es esta saga. Porque en Trono de cristal encontraréis muchas cosas pero sobretodo hay acción: no hay ni un capítulo que digas: vaya rollo, a ver si empieza lo bueno. Todo sigue una trama muy bien hilada, en la que pequeños detalles acaban siendo reveladores y las alianzas son tan frágiles como la llama de una vela. Especialmente divertido es percibir como lector todas las intrigas palaciegas, los planes, las cavilaciones y las "pisadas de cuello" que se prodigan los unos a los otros.
¿Qué es con lo que fliparás pepinillos? Esencialmente con lo bien desarrollados que están los personajes. Me perturba gravemente mi estabilidad lectora que los personajes estén dibujados a grandes rasgos y tengan los mismos sentimientos, emociones y reacciones que mi cuchara para el café. Gracias a los dioses aquí todos están muy bien definidos, no puedes fiarte de ninguno porque son más falsos que un billete de 15 euros y cada uno tiene un misterio, un dirty little secret que hace de la novela un juego del gato y el ratón para que nosotros, almas cándidas, nos estrujemos nuestros cerebros recalentados y pensemos en posibles tramas, subtramas y finales. De todos modos no daremos ni una, pero ¿y lo reconfortante que es creer durante unos minutos que tienes la solución? ;)
Por otra parte, una cosa que me ha gustado mucho es el mundo creado por Maas: desde la mitología propia, hasta el folklore, las tradiciones y los territorios que aparecen son la guinda para tener una idea muy acertada de lo que es Erilea. Además, da la sensación de que la historia se desarrolla en un hipotético pasado/presente/futuro alternativo (no tengo ni idea de qué es, la verdad) que me recuerda muchísimo a la Edad Media (época de la que estoy enamorada
¿Hay salseo amoroso? Digamos que sí. Pero no es la esencia de la novela, así que todos aquellos que sintáis sudores fríos cada vez que oís la palabra amor, tranquilos que lo podréis sobrellevar. Lo bueno de Celaena es que es ese tipo de protagonista que primero mira por ella, sus circunstancias y su futuro y luego ya si eso mira por lo demás, así que es entretenido ver cómo se mueve en aguas amorosas turbulentas ;)
En definitiva, Trono de Cristal es un inicio de saga muy bueno, entretenido y ágil, con personajes bien definidos, relaciones personales engañosas y una mitología y folclore propio que harán las delicias de los amantes de la High Fantasy y el Young Adult. Aunque no es el libro mejor escrito del mundo, la saga se supera libro a libro por lo que si te atreves a darle una oportunidad, ya no podrás dejarla ;)
PUNTUACIÓN: 5/5
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