Reseña La hipótesis del amor - Eli Hazelwood
Hay historias que estás esperando, que te mueres por leer y que te generan un hype tan grande que no puedes resistirte a ellas. Y luego hay otras que, aunque las hayas visto anunciadas por mil y un lugares, te sigues resistiendo a ellas. Eso mismo es lo que me ocurrió con una de las novedades de este mes que, a pesar de salir por todos sitios, había algo en mí que me frenaba a darle una oportunidad. Hasta que al final decidí rendirme y MENOS MAL porque La hipótesis del amor, de Eli Hazelwood y publicado por la editorial Contraluz, se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año sin lugar a dudas.
La hipótesis del amor nos presenta a Olive Smith, una estudiante de doctorado de tercer año enfrascada en el estudio y detección precoz del cáncer de páncreas en Stanford. En un intento por convencer a una de sus mejores amigas de que ha superado un viejo amor, besa impulsivamente al Dr. Adam Carlsen, el profesor más hostil, destructivo e intimidante del campus. Adam y Olive tienen razones para tener una relación y acuerdan fingir que salen por el bien de las apariencias. Pero ya sabemos que las apariencias a veces engañan... y que las relaciones fingidas, a veces pueden explotarte en la cara.
Mirad, voy a ser clara con una cosa: soy MUY exigente con las novelas románticas. Me encantan y soy bastante tiquismiquis respecto a un montón de temas que se abordan en este tipo de historias que, o se desarrollan de la forma correcta o me fastidian la lectura y me resulta imposible conectar con la novela. Tengo estándares altos porque creo que las novelas románticas tienen el potencial de exponer distintos tipos de relaciones, hacerlas reales, auténticas y probablemente imperfectas como la vida misma. Y más aún, creo que permiten crear nuevas tramas sin que tengamos la sensación de “esto ya lo he leído”.
Pues bien, tras todo el hype que había por redes acerca de esta novela, tengo que decir que en un principio tuve mis reservas. Soy un pelín reacia a esas novelas que tienen tanto bombo por si voy con las expectativas altas y luego me acabo pegando una buena torta. Así que no tenía pensado darle una oportunidad a la historia de Ali Hazelwood por pura cabezonería. Y puesto que soy una persona coherente y responsable con mis decisiones, esta semana pasada me hice con un ejemplar de la novela. Porque si vamos a criticar, hagámoslo con conocimiento de causa.
Y después de empezarlo el viernes y terminarlo el domingo, tengo que confesar algo: estoy enamorada. Nada de lo que van diciendo por ahí exagera. La historia es simple y llanamente PERFECTA. Y os voy a contar los motivos por los que tenéis que leer esta pequeña joyita que se ha convertido en una de mis mejores lecturas del año sin lugar a dudas.
- Los personajes son absolutamente perfectos en su imperfección. Absolutamente todos los personajes, tanto principales como secundarios que aparecen en esta historia son geniales. La autora ha conseguido crear un elenco tan particular, rocambolesco y adorable que es imposible que cierres esta historia sin haberte reído un rato a su costa. Desde la absolutamente idiota (con cariño) Olive, meme con patas y destructora de mundos ajenos (y propios), hasta Adam, gruñón y alma errante a tiempo completo. Esta simbiosis entre el carácter adorable de Olive y la mala leche y desagrado constante del señor Adam, es perfecta, increíble y adictiva. Las constantes pullas entre ellos, las conversaciones con chispa y las ganas de darles una buena colleja en más de una ocasión, hacen que no puedas soltar la historia. De la cárcel se sale, pero de la novela de la relación de estos dos no hay forma humana que lo logre. Avisados estáis.
- La ciencia está representada en todo momento. Y no, no te matará de aburrimiento. A ver, tengo que reconocer que soy de letras. Háblame de óxido ribonucleico y probablemente me suba el azúcar, la tensión o me dé una contractura cervical. Toda mi vida he odiado la física, la química y todo ese mundillo. Soy una negada para esos temas y los odio con la fuerza de los mares. Así que una historia en la que los protagonistas pasaban una considerable cantidad de tiempo entre ácido bórico, pipetas y concentrados de vete-a-saber-qué-narices-es-eso me daba un poco de vértigo. ¿Y si es un soberano rollo?, ¿Y si se pone en plan Stephen Hawkings con todos esos términos raros y tengo que ir dando saltos de párrafo en párrafo como si no hubiese mañana y leer esto en vertical? Bien, pues si sois tan absurdos como la que escribe, tenéis una buena noticia: hay ciencia, se utilizan muchos términos y una notable cantidad de tiempo pasa entre charlas, conferencias y laboratorios, PERO (y aquí está el truco) se presenta todo tan bien, tan fluido, tan sencillo y tan bien hilado con la relación entre los protagonistas, que es imposible querer saltarse un párrafo de lo que cuentan y OH, MILAGRO es de las primeras ocasiones en que he sentido la ciencia y sus explicaciones como algo ameno y entretenido.
- En la historia se tratan muchos más temas que el amor. Que sí, que cuando tenemos una historia de amor, queremos leer romance, sentimientos, mucho algodón de azúcar y momentos cuquis. Pero lo que de verdad hace grande a una historia romántica es que no solamente trata temas del corazón, sino que además aborda temas secundarios que nos hacen reflexionar. Y es el caso de La hipótesis del amor. Porque a lo largo de todas sus páginas, se abordan temas como las enfermedades, la pérdida por la muerte de alguien querido, el abuso de poder, el acoso o la lealtad. Y no solo eso, sino que se pone el foco en el sexismo que existe en las altas esferas del mundo académico, un territorio absolutamente patriarcal.
Y no solo eso, si no que la historia refleja muy bien el desafío, la dureza y lo complicado que es desarrollar un doctorado, defender una tesis propia, investigar y enfrentarse a problemas como la financiación, los pisotones y celos, las muchísimas horas de trabajo que hay detrás del resultado final y el desgaste físico y emocional que supone depender de la aprobación de otros para despegar a nivel laboral y formativo. Se nota que la autora ha vivido y sabe de lo que habla porque está tan bien explicado que es imposible no empatizar con los protagonistas.
Si bien la historia de Ali Hazelwood es chispeante y súper divertida, que trate temas difíciles, complicados y dolorosos, que no se corte a la hora de adentrarse en ellos, explorarlos y mostrarlos desde una visión cruda y real, es lo que hace que esta historia de un salto de gigante y sea una historia de cinco estrellas.
En definitiva, La hipótesis del amor tiene todo lo que uno puede buscar en una historia romántica: una historia con una relación preciosa, personajes muy auténticos, cuquis y adorables y trata temas muy actuales, importantes y con un potente calado social. Si como yo, tenéis dudas de lanzaros con esta historia, POR DIOS, leedla. Merece totalmente la pena.
⭐⭐⭐⭐⭐
1 comentarios
Ostras pedrin!!! Pedazo reseña. :)). Pues para ser reacia, no te ha ido nada mal jajajajaja. Pues no la conocia, quizas porque ahora busco otro genero muy diferente, pero vamos que anotado queda. Me lo guardo si señora. Un besito Anna
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